Cuando hagamos la edición especial por los 20 años de Léame, vamos a necesitar algún motivo para que la gente que ya tiene el libro lo vuelva a comprar. ¿Qué puedo poner como extra?

Una respuesta rápida es “todo el contenido de este blog”. No en vano se presenta como un acompañante del libro, aunque a esta altura no hable tanto de él. Es algo más o menos factible. Se puede armar una súper edición aniversario como la de El Principito, que incluya mucho material adicional, por ejemplo esto que estoy escribiendo ahora.

El tema es que el contenido de este blog ya es más largo que el libro, y desde hace rato. Y hay muchas otras cosas que se pueden poner. Reseñas, cuentos que no llegaron a estar, paratextos descartados. Para no hablar de material escrito especialmente para esa edición, que hable del impacto social que tuvo el libro en esos veinte años.

Pero una pregunta pertinente es: ¿y qué agregaría todo eso al libro? Tal vez los ensayos retrospectivos puedan agregar algo de contexto, posiblemente necesario en el año 2030. Sobre el resto, no sé si me gusta la idea de que el libro pase a formar parte de un libro más largo, aunque sea uno dedicado a él. Y es porque me gustaría que fuera disfrutado como libro, no como documento histórico.

Si llega a ser documento histórico, bienvenido. ¿Pero venderlo como eso? Meh. Lo que forma parte del libro y lo que no forma es una decisión artística que fue tomada en su momento, y me gustaría respetarla, para bien o para mal. Por otro lado, si pongo algunos cuentos de más, tampoco es algo trágico. No es cuestión de subirme al pedestal y declarar a Léame como obra 100% inmodificable.

Me gusta, entonces, el approach que se está dando últimamente con muchas reediciones de discos. Vienen dos CDs: el disco original remasterizado, tal como fue concebido, y un segundo disco (a veces también tercero) con todo el material adicional que pueda ser pertinente. Algunas ediciones de lujo, como las que están saliendo de McCartney con exasperante lentitud, tienen varios discos de extras, DVDs con todo el video correspondiente y libros, fotos, etc, formando un hermoso paquete que incluye el álbum original en esmerada presentación que preserva su independencia.

Así que eso es lo que quiero. Si en algunas décadas me pregunto qué hubiera pensado en su momento, acá lo dejo documentado para la posteridad. Aunque me reservo el derecho de cambiar de opinión, sin que eso implique traicionarme. Queda en sus manos, querido lector, decidir si efectivamente al final me traiciono o no.