Respuesta: escribir, escribir, escribir.

Seguir escribiendo lo que venga a la cabeza, palabras, frases coherentes o incoherentes, no importa. El asunto es que la cabeza empiece a rodar. No es que haya que cortar la cabeza. Se trataba de una metáfora. Y una metáfora que no sabía que iba a usar cuando empecé el párrafo. Es prueba de que este método funciona. Apareció algo que segundos antes no estaba.

Otra opción es no escribir nada. Nadie obliga. Pero no es la idea. No escribir nada es lo que ya estábamos consiguiendo cuando no salía ninguna idea. Este método es para cuando uno quiere escribir algo y no sabe qué hacer. Y seguramente no funciona con todas las personas. Pero bueno, tampoco tengo todas las respuestas. Usted pruebe, y fíjese.

Pero le digo que confíe. El asunto está en empezar. No necesariamente va a salir algo de una. Capaz que pasa varios párrafos sin escribir nada decente. Pero confíe. Tarde o temprano va a salir algo. Tiene que estar atento. Leer al mismo tiempo que escribe, y leer lo que está escribiendo. O sea, pensar. Usar la cabeza. Por esa razón no conviene que se la corte.

Hay gente que tiene lo que se llama “writer’s block”, cuand0 un escritor se queda sin ideas. Este método sirve para que se nos ocurra algo. Ahora, lo que se nos ocurre no tiene por qué servir en caso de que lo que tengamos que escribir sea algo específico. En una de ésas lo que aparece no tiene nada que ver. No hay garantías, y en ese caso el bloqueo, para lo que nos importa, continúa.

Pero igual recomiendo el método. Hay que pensar en lo que uno está escribiendo, y también en lo que tiene que escribir. No siempre de la misma manera, y no todo el tiempo. Ir de una cosa a otra, despejarse un poco. Si usted está hace horas mirando la misma imagen, salga un poco. Renueve su repertorio. Elabore otros entornos. Mastique otro aire. Revuelva su cerebro. Así, las ideas se moverán, como los átomos de una nebulosa que ha roto su equilibrio, y tarde o temprano formará nuevos mundos.