Este post tiene el propósito de pulverizar ciertas ideas erróneas sobre lo que se escribe en el blog todo. Es una especie de descargo, un no hagan esto en sus casas, o un las opiniones de este autor pueden no ser verdaderas.

Cuando hablo de escritura, nada de lo que digo está respaldado por teorías literarias. No pertenezco a ninguna corriente teórica, o no me interesa pertenecer. Capaz que pertenezco sin saberlo. Porque no conozco las corrientes teóricas.

Estoy seguro de que muchas de esas corrientes están muy bien, y son muy interesantes. Quién sabe, capaz en algún momento me haré conocedor o haré aportes. No tengo nada contra ellas. Pero no son lo que me propongo hacer acá.

Lo que se describe en este blog son sensaciones, pensamientos, reflexiones sobre la experiencia de escribir (y algunas variaciones sobre otros temas semirrelacionados). Todo esto se hace en carácter personal, y trata de reflejar lo que considero verdadero, lo que aprendí y lo que ocurrió en mi caso, que puede que sirva a los demás.

Pero también puede que no les sirva a todos. Por ahí las cosas que digo se aplican sólo a mí. Eso tampoco tendría nada de malo.

Por otro lado, también es perfectamente posible que lo que digo no sólo sea parte de distintas teorías literarias, o de una sola, sino que no pare de esbozar conceptos que se me ocurrieron sin saber que están estudiados desde hace cientos de años. En ese caso, es probable que hasta tengan nombres. Puede ser que sea muy poco original, y que alguien que estudió y/o sabe de letras se ría de cómo intento adivinar lo que pasó años estudiando.

Son cosas que pasan. Yo mismo me caí muchas veces antes de que alguien me hablara de Newton.