Uno de los textos más difíciles de seguir de Léame es Cuando digo quiero decir, que se encarga de jugar con el significado de las frases “cuando digo” y “quiero decir” usando muchas repeticiones. Como resultado, esas palabras se repiten mucho, y el bloque de texto tiene un aspecto distinto a la vista del de un texto con palabras diferentes entre sí.
Es un textito que siempre me gustó, aunque al mismo tiempo no estaba seguro de que estuviera bien que me gustara. Me parecía que en una de ésas le faltaba algo, se le podía dar una vuelta. ¿Pero qué vuelta? Ya había usado todas las permutaciones que se me ocurrían de los significados. Existía la posibilidad de irme al carajo si lo seguía. Pero de irme al carajo mal, no de irme al carajo bien.
Se me ocurrió entonces que, como el texto tiene tantas repeticiones y una lógica impecable, en una de ésas una máquina lo puede entender. Pensé que se podía traducir a otro idioma con uno de esos servicios que hay. Y me acordé de un capítulo de NewsRadio.
Ahí sale un libro que fue escrito en inglés, fue un fracaso, pero la versión en japonés fue un éxito en Japón, entonces el autor lo hace traducir de nuevo al inglés, y lee de esa traducción.
Lo que hice entonces fue ir al traductor de Google, y llevar el texto al inglés. El resultado lo pasé al alemán. Después al holandés, portugués, catalán, afrikáans, finlandés, japonés, gallego, galés, italiano, turco, latín, eslovaco, griego, árabe, rumano, irlandés y chino tradicional. Cada idioma traducía lo que devolvía el anterior. Por último, el texto en chino lo devolví al español, a ver cómo quedaba.
Y salió algo increíble. Con algunos defectos de puntuación, pero lo suficientemente entendible como para que sea graciosa su calidad de inentendible. Y un final con sorpresa, que no pude creer cuando lo vi.
El texto traducido no está en Léame, pero se puede ver acá.